El ciclo de pintura religiosa realizado por Wssel de Guimbarda para la iglesia de la Caridad, inaugurada en 1893, fue el encargo más importante recibido por el artista en este campo. El nuevo templo de planta central, lugar donde también se efectuaron algunos de los modernos adelantos de la arquitectura, es decir una estructura metálica como soporte de la airosa cúpula, difícilmente puede analizarse sin tener en cuenta la presencia de la pintura que ornamenta el edificio. La estrecha colaboración entre Tomás Eduardo Tallerie, el ingeniero autor del proyecto, y el pintor Wssel fructificó en una serie de obras que, independientemente de su temática, vinieron a iluminar la parte baja del templo, es decir, de la zona más en penumbra, donde los azules, los amarillos, los rosas, los blancos y otras tonalidades similares llenan de luz ese espacio inferior que corresponde al mundo de los fieles.
Dos
enormes trípticos -la Inmaculada, con San Rafael y Tobías y San Antonio de
Padua, a la derecha y la Asunción con Sta Anta y la Virgen y San Andrés, a la
izquierda se exhiben en los extremos del eje transversal del templo, junto a
ellos, y en altares cercanos a la cabecera están los lienzos de Sta Teresa y
San Juan de Dios. A la izquierda, junto a la cancela principal están los dos
cuadros de Sta Clara y San Agustín. En las embocaduras de las capillas, junto a
la cabecera, cuatro lienzos de formato lobulado representan a María Magdalena,
María Salomé, María Cleofé y la Verónica. La apoteosis de Wssel llega en el
camarín del altar mayor donde a ambos lados de la imagen de la patrona de la
ciudad están en permanente contemplación los Cuatro Santos de Cartagena y en lo
alto un rompimiento celestial con la Gloria de Dios Padre.
En
el interior de la bella capilla de las Ánimas o de la Virgen del Carmen una
pequeña cúpula se levanta sobre unas pechinas que ocupan los Cuatro
Evangelistas.
Espacio
y decoración fueron pensados para atender a los requerimientos iconográficos
propios de la institución que regentaba y regenta hospital e iglesia, desde los
temas marianos, pasando por santos de la iglesia universal o del drama
pasionario, hasta llegar a otros relacionados con la personalidad de los
donantes, cuyos donativos hicieron posible este gran proyecto.